Navidad, esa época del año
que reúne familia y amigos, que calienta corazones y reconcilia almas…
Menos para Jessie, una
experta en huir de esas reuniones: vive en la ciudad, lejos del pequeño pueblo
que la vio crecer, y no tiene el menor interés en el parque temático que poseen
sus padres, Snowland.
Ese lugar mágico que hace
las delicias de los niños supone un quebradero de cabeza constante para Jessie,
pero su madre está empeñada en que sus hijos hereden este lugar tan especial,
sobre todo ahora que ella ya no puede ocuparse.
Jessie acude a pasar las
vacaciones de navidad con intención de convencer a su familia de que vendan
Snowland… y se ve envuelta en otros planes muy distintos.
Un lugar con encanto, una
familia muy especial, amor, risas y mucho espumillón en una divertida comedia
perfecta para disfrutar en navidades.
Soy una gran fan de las pelis navideñas. Por eso, este año decidí darle una oportunidad a los libros inspirados en esta época.
La familia de Jessie es la propietaria de Snowland, un parque temático navideño. Por ello, viven la navidad con muchísima intensidad. Jessie no comparte todo esto, por eso se mudó a Des Moines, una ciudad a varias horas de distancia e intenta por todos los medios buscar una excusa para no ir en Navidad. Sin embargo, su familia siempre acaba convenciéndola para acudir y ella odia todo el tiempo que pasa allí.
Sin embargo, este año al volver descubre que su madre sufre de artritis y ya no puede gestionar el parque. ¿Será por fin el momento de venderlo y así acabar con toda la presión que supone?
La familia es bastante peculiar. Tenemos a Aurora, la madre de Jessie o la "policía navideña". Le gustan todas las tradiciones y obliga a su familia a cumplirlas con puño de hierro. Organiza turnos obligatorios para todo: decorar la casa, comprar, cocinar... Me ha resultado una persona muy agobiante, quiere que su familia tenga espíritu navideño pero su imposición me ha resultado terrible. Creo que yo también habría huido despavorida de encontrarme en una situación así.
Nick es el hermano de Jessie e hijo de Aurora. Es médico y su trabajo es toda su vida. A lo largo de la historia vemos cuales son las consecuencias de esa adicción al trabajo y cómo afecta esto a su matrimonio. Es curioso porque está exento de la mayoría de tradiciones pues su madre no le da importancia a que no esté (al contrario que pasa con Jessie). Esto es algo que me ha puesto de los nervios porque me parece muy injusta esa diferencia pues está relacionada con la forma en que infravalora el trabajo de su hija.
Victoria, es la abuela. Un personaje muy divertido y con un grave problema de alcoholismo. Es la única que sabe escaquearse de las tareas, aunque siempre está presente en los momentos divertidos.
Vernon, el nuevo marido de Aurora y padre de Gideon, es el elemento conciliador dentro de la familia y el que intenta apagar todos los fuegos que van surgiendo.
Por último, Gideon, el hermanastro, trabaja en Snowland y disfruta con ello. Otra de sus pasiones es pinchar a Jessie para conseguir que se enfade. Es muy noble y quiere mantener vivo el espíritu de la navidad y el parque familiar.
El personaje de Jessie me ha transmitido sentimientos encontrados. Por un lado, es cierto que es bastante despegada y no se preocupa demasiado por su familia. Pero, por otro lado, creo que es comprensible viendo la diferencia de trato entre los chicos y ella. Su familia, y especialmente su madre, se la pasan criticando todo lo que hace y obligándola a asumir unas responsabilidades que ella no quiere. De hecho, no sé si realmente puede considerarse un final feliz todo lo que le ocurre...
La ambientación me ha gustado mucho. Podía visualizar toda esa magia con la nieve, las luces, el parque navideño.
Ha sido mi primera experiencia con un libro navideño (a excepción de Cuento de Navidad) y me ha encantado. Más adelante os traeré más de estas historias.
Mi puntuación:
La tematica navideña no es de mis preferidas asi que lo voy a dejar pasar.
ResponderEliminarSaludos