Reseña: Atrapada en el tiempo - Diana Gabaldon

Título: Atrapada en el tiempo
Saga: Outlander 2
Autora: Diana Gabaldon
Editorial: Salamandra
Género: Novela histórica, Romance, Ficción
Formato: Tapa blanda
Páginas: 864
Precio: 17,10€

Veinte años después de haber experimentado la más extraña aventura de su vida -un viaje a través del tiempo hasta la Escocia del siglo XVIII-, Claire Randall regresa con su hija Brianna a las imponentes y misteriosas montañas escocesas donde todo comenzó. Con la ayuda de Roger, un joven historiador, Claire se lanza a una obsesiva búsqueda de las tumbas de los caídos en la batalla de Culloden, librada en 1745. El paso del tiempo no ha podido borrar los intensos recuerdos de un amor difícil de explicar.

Con el transcurrir de los días, Claire irá descubriendo, ante los ojos incrédulos de su hija y de Roger, el fascinante secreto cuya clave es el cauce interior que conduce al pasado.

Con los mismos personajes de Forastera -primera parte de la saga de Claire Randall, en la que se basa la aclamada serie de televisión Outlander-, Diana Gabaldon continúa esta fascinante historia de amor, donde los encuentros fortuitos y el juego equívoco del tiempo se conjugan en un intrigante final.

Este libro es la segunda parte de la saga Outlander y, por tanto, puede tener spoilers del libro anterior (ver reseña Forastera).

En este libro nos encontramos con un gran salto temporal, seguimos la vida de Claire y su hija Brianna en 1968. Poco a poco vemos como Claire pretende saber qué ocurrió en Culloden y quienes de aquellos que conocía lograron sobrevivir. Esto nos genera muchas incertidumbres ¿qué pasó entre Jamie y Claire? ¿Por qué ella volvió al futuro? Sin embargo, esta incógnita seguirá durante toda la historia pues, en esta ocasión, nos encontraremos con dos líneas temporales diferentes. Por un lado, Escocia en 1968 y por otra, la vida de Claire y Jamie en 1744.

En 1968 conoceremos a Roger, el hijo del párroco amigo de Frank Randall, es historiador y le encanta todo lo relacionado con la historia jacobita. Esto hará que se entusiasme por la investigación que le propone Claire hasta el punto de convertirlo en algo personal. Aunque, es posible que no sea tan altruista como parece ya que pasar tiempo con la joven Brianna parece compensación suficiente para todos sus esfuerzos.

Aparte de esto, seguimos la historia tal y como la dejamos en Forastera. Tras el traumático paso por Wentwood y las traumáticas experiencias que Jamie vivió allí, la joven pareja decide cambiar de planes y viajar hasta Francia. Están dispuestos a cambiar el futuro y aprovechar los conocimientos que Claire posee. Para ello, tendrán que detener a Carlos Estuardo y su rebelión para que la batalla de Culloden jamás llegue a producirse.

Esto les llevará a codearse con las personas más importantes de la sociedad parisina: duques, condes, príncipes y el propio rey Luis. Allí tendrán que adaptarse a las fiestas y costumbres de París, las cuales son bastante más excéntricas y libidinosas a las de las Tierras Altas.

En París podremos conocer muchas de las particularidades de la época: recepciones, intrigas palaciegas, engaños, el arte de la venta... Así como también la importancia de la brujería y la hechicería de la mano del Maese Raymond, un boticario interesado por las ciencias ocultas que acaba siendo uno de los mayores apoyos para Claire. Además, aparecerán múltiples personajes como el Príncipe Carlos Estuardo con sus dramas económicos y amorosos o el joven Fergus, un carterista de diez años que acabará siendo un miembro más de la familia.

El hecho de que Claire actúe como curandera nos permite ver como eran los tratamientos y la medicina en esta época. Podremos observar como se arreglaban los huesos, envenenamientos y sus consecuencias, e incluso, el modo en que las jóvenes de la época acababan con embarazos no deseados... Esto es algo que me gusta muchísimo de estos libros pues, aunque no soy muy amante de la medicina, me parece súper enriquecedor conocer esta parte que suele estar oculta en muchas historias.

Por último, veremos cómo actúan nuestros amantes mientras intentan evitar el horror: sabotajes, espionaje, persuasión... cualquier cosa será válida para conseguir su objetivo aunque ¿será suficiente?

Este libro ha conseguido atraparme como el primero, me ha encantado viajar hasta otro lugar tan diferente y conocer la otra cara de la moneda. Las descripciones de la excéntrica vida de la alta sociedad me han parecido maravillosas.

La autora tiene una gran habilidad para describir escenarios, atuendos e incluso olores. En todo momento sentía que estaba realmente allí y eso me ha encantado (a pesar de que, en general, la vida en el siglo XVIII estaba llena de olores desagradables).

Para finalizar, me gustaría destacar dos temas que se tratan en el libro y me parecen dignos de mención:

Por un lado, está el alcohol. Es increíble la cantidad de alcohol que pueden soportar estos personajes, no sé si es por un tópico escocés o era algo bastante común en la época. Pero me parece muy interesante que todo, absolutamente todo, lo solucionen con alcohol y que estén bebiendo desde que se levantan hasta que se acuestan.

Y por otro lado, un tema muy interesante es la depilación femenina. Algo que nuestra sociedad ha tenido siempre muy presente (aunque poco a poco vayamos rompiendo barreras en este sentido). En este caso tenemos una escena contraria: Claire decide depilarse y Jamie no entiende el sentido de todo eso y le parece algo terrible.

Sin embargo, también hubo algo que no me gustó y fue la parte del futuro. Es decir, los momentos con doble línea temporal. Es muy frustrante leer la historia de amor sabiendo que no acabarán juntos. En este sentido me gustó mucho más el papel que hicieron en la serie ya que no sabes realmente si es una ilusión o algo real.

En conclusión, la historia sigue siendo tan adictiva como en el primer libro. Aunque cambiamos de escenarios, la esencia sigue estando ahí y consigue mantenerte enganchada y con ganas de más. De hecho, creo que Jamie y Claire irán directos a mi lista de parejas literarias favoritas.

Mi puntuación, como no podía ser de otra manera, es: