Reseña: La tribuna - Emilia Pardo Bazán

Título: La tribuna
Autor: Emilia Pardo Bazán
Editorial: SM
Género: Clásico, naturalismo
Formato: Tapa blanda
Páginas: 296
Precio: 9.95€

Una sociedad machista e hipócrita. 

Una obrera que lucha por la justicia. 

Un duro desencanto amoroso. 

Una reivindicación social y femenina. 

¿Sigues pensando que los clásicos son cosa del pasado?

 Siempre me ha costado un poco animarme a leer clásicos, especialmente si se trata de clásicos en español, ya que aparte de que la trama suele ser más densa, no me gusta leer en castellano antiguo porque tras leer varias veces una falta de ortografía me surgen dudas sobre comos escribe realmente esa palabra. Además, si añadimos que la mayoría de los clásicos en español que he leído han sido lecturas obligatorias mi predisposición hacia ellos nunca ha sido muy buena.

Últimamente he pensado en dar oportunidades a más libros escritos en castellano porque creo que leer en versión original aporta muchos más matices a la historia. Por todo esto, cuando SM me dio la oportunidad de leer esta historia pensé en matar dos pájaros de un tiro ya que quiero leer literatura feminista y creo que es una buena idea empezar por los libros más clásicos para poder ver la evolución.

Nada más abrir el libro nos encontramos con una introducción en la que nos cuenta el contexto histórico en el que el libro fue escrito (1883), así como también el contexto cultural y las obras literarias que se estaban publicando en ese momento. A continuación nos cuenta los momentos más destacados de la vida de la autora a modo de pequeña biografía acompañado de algunas de sus frases que me han parecido brillantes: 

Todas las mujeres conciben ideas, pero no todas conciben hijos. El ser humano no es un árbol frutal que solo se cultive por la cosecha.

La historia está ambientada en la ciudad de Marineda en los tiempos anteriores a la primera república. Allí conoceremos a Amparo, la hija de un barquillero. Ella no se conforma con los límites establecidos y lucha por su libertad e independencia económica. Estas ansias de valerse por sí misma le llevan a convertirse en cigarrera y hacerse un lugar entre sus compañeras leyendo panfletos sobre política que hablan sobre las maravillas de la república. 

Además de seguir las aventuras de la protagonista, la historia cuenta con muchos más personajes interesantes:

Los padres de Amparo: Su padre, Rosendo, ha sido barquillero toda la vida y está muy orgulloso de su trabajo. Trabaja de sol a sol poniendo sus manos y su salud en riesgo para que todo el mundo pueda comer los mejores barquillos de la ciudad. Con respecto a su madre, a lo largo de la historia hablan de ella como la tullida porque no puede levantarse de la cama, pero no llegamos a conocer su nombre. Su dificultad de movimiento no es un impedimento para dar órdenes e intentar manejar la vida de todos los que están a su alrededor. Es una mujer de carácter difícil, de hecho, desde mi punto de vista, es uno de los personajes más odiosos de toda la trama.

Las cigarreras: Guardiana, Ana, la Porcona, la Pitinga... Son las compañeras de Amparo y también tienen un papel muy importante. En la historia se narra su trabajo con todo lujo de detalles pero, lo más destacado es la relación que hay entre ellas. La fábrica es como una gran familia, todas luchan juntas y se apoyan las unas a las otras cuando hay dificultades. De hecho, hay escenas bastante conmovedoras en las que la fábrica se moviliza para apoyar a aquellas familias que están pasando por más dificultades.

La clase alta de Marineda, en especial los Sobrado y los García. A pesar de ser una novela de lucha social y de que la protagonista no tenga mucho dinero, estos personajes tiene un papel bastante importante en la historia. Al fin y al cabo, los pobres siempre acaban sufriendo por las decisiones de los más poderosos. Borrén y Baltasar Sobrado son dos militares que, tras conocer a Amparo quedan prendados de su belleza. Sin embargo hay fuertes impedimentos para que pueda pasar algo entre ellos: la diferencia de clases, la oposición de Dolores Sobrado y el carácter de Amparo la cual no piensa dejarse enredar por ningún señorito ¿será posible que llegue a ocurrir algo entre ellos?

Si ella se quisiese casar con algún artista de esos ordinarios, cansada estaría de tener marido; ¿pero para qué? Para cargarse de familia, para vivir esclava, para sufrir a un hombre sin educación. No en sus días.

Y, por último, mencionar a uno de mis personajes favoritos el cual es el gran perjudicado en esta historia: Chinto. Este chico acude a trabajar a casa del barquillero a cambio de casi nada y le tratan prácticamente como a un esclavo. Sin embargo, es un chico noble y de gran corazón y poco a poco logra hacerse un hueco en la familia. Aún así, Amparo no está por la labor de dejarse enredar por el pueblerino y lo trata como si de un animal se tratase... 

A lo largo de toda la historia he cogido mucho cariño a este personaje y me he sentido fatal por lo mal que lo tratan cuando realmente no le hace mal a nadie. Creo que la autora consiguió plasmar muy bien esa actitud de superioridad que a veces tienen las personas que viven en la ciudad frente a los que viven en los pueblos (actitud que nunca he llegado a comprender realmente, tal vez porque vivo en un pueblo...). Aunque, desde mi punto de vista, el tema no ha estado muy bien solucionado al final y se le podía haber sacado mucho más partido.

Todo la trama está repleta de ideas que seguramente supusieron toda una revolución en la época: mujeres con aspiraciones políticas, lucha de clases, derechos de la clase obrera, la república...

¡La justicia la hay de dos maneras: una a rajatabla para los pobres, y otra de manga ancha, muy complaciente, para los ricos!

El ritmo de la historia me ha resultado bastante lento, de hecho, he necesitado muchísimo tiempo para leer sus apenas 296 páginas. Creo que el libro está enfocado a ser una lectura obligatoria, se trata del texto original pero contiene muchas notas que ayudan a entender todo lo que ocurre. El hecho de estar escrito con las cadencias de otra época dificulta un poco la lectura porque tienes que parar en cada página para leer anotaciones lo cual te saca continuamente de la historia. Además, en ocasiones incluso se dan demasiados detalles porque las notas al pie explican las segundas intenciones o los matices de una frase determinada. 

Al final de cada capítulo también se incluye una pregunta resaltando lo más destacado de cada capítulo y al final del libro hay varias páginas de actividades que destacan los momentos cruciales para que los estudiantes se queden con las reflexiones más importantes de la historia (o sepan qué tener en cuenta para el examen o trabajo de turno). Todo esto ha hecho que, aunque era una lectura voluntaria, en ocasiones sintiese que iban a examinarme de lo leído y esto definitivamente no es un pensamiento agradable...

En conclusión, la Tribuna es un libro que, aunque fue publicado en 1883, tiene una temática bastante actual ya que la autora era una mujer adelantada a su tiempo con unas ideas muy revolucionarias. De hecho, salvando pequeñas diferencias con respecto a la vida de las mujeres hoy en día y la maquinaria empleada, la trama podría estar situada en cualquier fábrica actual. Es un libro que debió marcar un antes y un después en la época por la gran variedad de temas que trataba.

Si queréis leer un poco sobre el feminismo de finales del XIX esta historia puede resultaros de lo más interesante.

Mi puntuación: