Si encuentras el amor verdadero, tarde o temprano lo
reconoces, porque la luz de la pasión ni se finge ni puede ocultarse para
siempre.
Pablo Ribera, un prestigioso médico de Madrid, ve truncado
su futuro tras ser condenado por la Inquisición. Su única esperanza es
conquistar a la mujer que ha sido el amor de su vida. Pero al salir de la
cárcel descubre que esa mujer se ha casado y que él ha perdido su casa. Solo le
queda una opción: instalarse en la que su madre comparte con dos inquilinas.
Lucía Garrido, una joven partera viuda, busca un esposo que
le permita mantener su independencia y su oficio, y ve en el hijo de su casera
al candidato perfecto. Ni siquiera le importa que siga enamorado de otra mujer.
Sin embargo, Pablo considera descabellada la proposición de matrimonio y Lucía
elabora un plan para convencerlo de aceptar sin tener que revelarle la verdad
que subyace en su empeño de casarse con él.
El problema es que otras estrategias se fraguan bajo el
mismo techo. Y que el plan de Lucía despierta en Pablo la necesidad de
averiguar esa verdad que ella esconde. Una necesidad que surge del fuego que la
deseable viuda enciende en él y que amenaza con dominar su voluntad de no
dejarse atrapar en un matrimonio sin amor.
Una entretenida historia de enredos amorosos y pasiones
irresistibles con un toque de intriga.
El año pasado, cuando probé Kindle Unlimited (si no recordáis mi experiencia os dejo por aquí
lo que me pareció la plataforma) Nuria Llop fue una de las autoras que destacó. Así que, ahora que he vuelto a utilizar KU no podía dejar pasar la oportunidad de terminar con esta trilogía.
Empezaré aclarando que, aunque el libro forma parte de una trilogía, las historias tienen diferentes personajes, por lo que son totalmente independientes y pueden leerse como
autoconclusivas. Os dejo también por aquí los links de las dos primeras historias:
El secreto de una dama y
La magia del corazón
En esta ocasión, seguiremos al tercero de este peculiar grupo de amigos, Pablo, el más tímido de los tres y quien ha dedicado toda su vida a ser un galeno de renombre. Como ya intuimos en La magia del corazón, Pablo lleva toda la vida enamorado de Constanza y esperando a que llegue su momento para poder declararle su amor...
Ha pasado un año desde el último libro y las cosas han cambiado mucho para el joven Rivera. Él ha sido condenado por hereje por la Inquisición y le han prohibido ejercer su oficio. Y, por si esto no fuese suficiente, al volver a casa descubre que la baraja de plata que le entregó a Constanza (y que prometía ayudar a encontrar el amor) ha funcionado y esta ha vuelto a casarse. Así, este tendrá que intentar reconstruir su vida dejando de lado todo lo que siempre había querido.
Cuando empecé a leer este libro, lo hice sin leer la sinopsis para evitar spoilers. Reconozco que iba con un poco de miedo porque no tenía ninguna confianza en la pareja protagonista (me parecía que Pablo y Constanza no iban a tener mucho más que aportar). Así que podéis imaginar cual fue mi sorpresa al descubrir que Constanza no era la protagonista, sino un mero personaje secundario. Este giro de la historia ha sido todo un acierto, pues he pasado de no tener curiosidad por la historia a adorar a su protagonista.
Lucía se ha convertido en mi personaje favorito de toda la trilogía. Es una mujer adelantada a su tiempo, trabaja como partera y quiere crear una escuela para poder enseñar el oficio a otras chicas. Fue obligada a casarse muy joven, aunque enviudó a los pocos años. Esto hace que sepa muy bien cómo funciona la vida y que haya aprendido a valerse por sí misma sin depender de nadie. Tiene muy claro lo que necesita en su vida, un marido que la ayude con los papeleos de la escuela (nunca se lo concederían a una mujer) y también quiere que sea médico para que comprenda que tiene que salir de urgencia en el momento en que se la requiera. Por ello, cuando doña Jerónima le habló de su hijo Pablo, Lucía decidió que él sería el hombre con el que se casaría y elaboró toda una lista de motivos para que él aceptase el acuerdo.
Con Pablo, he tenido sentimientos encontrados, por su carácter iba muy predispuesta a enamorarme de él y, en cambio, ha sido un personaje que me ha sacado bastante de quicio. Es un hombre amable, culto y correcto, pero es bastante pusilánime. A lo largo de toda la historia vemos como el resto de personajes, y de un modo especial su madre, deciden todo por él. Y, aunque él no suele estar de acuerdo con los engaños y tramas que le plantean, suele limitarse a seguir la corriente y aceptarlo. De hecho, lo único en lo que no cede es en el hecho de casarse con Lucía y es en torno a esto a lo que gira todo el argumento.
La historia está llena de personajes secundarios que enriquecen mucho la historia: Gabriela, Horacio, Damián, Bárbara... Los engaños, manipulaciones y tramas amorosas de todos ellos nos tendrán pendientes y entretenidos aportándole mucho "salseo" al argumento.
Históricamente me ha gustado ver cómo era la vida de una partera, cómo era la medicina de la época, toda la historia de la Inquisición y ver cómo actuaban, cómo hacían para impartir su "justicia", las torturas, la importancia del dinero...
La historia de amor me ha gustado, es de esas que van muy despacio y vemos como a poco van surgiendo los sentimientos. Además, me ha gustado ver como dos personajes que eran perfectos al principio sobre el papel, no lo son tanto hasta que no aparece lo realmente importante, una conexión especial.
En definitiva, La luz de la pasión es un libro que cierra maravillosamente esta gran trilogía, una historia que os recomiendo a todos los amantes del romance histórico.
Mi puntuación:
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