Reseña: Una niña llamada Rose - Ann M. Martin

Como muchos ya sabréis soy maestra y por esto siempre intento formarme en todos aquellos trastornos o problemas que pueden presentar los niños. Uno de los trastornos que más me llamado siempre la atención por la complejidad que presenta en sí mismo es el trastorno generalizado del desarrollo o trastorno del espectro autista.

Durante años he estudiado un montón de manuales intentado entender los diferentes grados y sin embargo, no era capaz de visualizarlo. Cuando cayó en mis manos el libro de "El curioso incidente del perro a medianoche" me di cuenta de que había otra forma de meterse en la mente de un niño y era a través de un libro. Por esto, hace poco me puse a buscar libros con este tipo de contenido y encontré Una niña llamada Rose, aquí os dejo mi reseña con mi opinión sobre el mismo:

Título: Una niña llamada Rose

Autor: Ann M. Martin

Traductor: Luis Noriega

Editorial: B de blok

Formato: Tapa blanda con solapas

Páginas: 232

Precio: 14€

 Me llamo Rose Howard y en inglés mi nombre es un homónimo. Para ser precisos, tiene un homófono.

Los homófonos son palabras que se pronuncian de la misma manera pero se escriben diferente, como «hola» y «ola».

Mi nombre es Rose Howard y esta es mi historia.

El libro nos cuenta la historia de Rose, una chica diagnosticada de autismo altamente funcional. cuya mayor afición son los homónimos, de hecho siempre analiza cada frase que escucha en busca de homónimos y, si descubre alguno nuevo, lo añade a su lista.

Vive junto a su padre y su perra Rain y tiene una relación muy cercana con su tío Weldon. Este es el encargado de llevarle al colegio y, además, comparte con Rose su afición por los homónimos.

 A lo largo de la historia vemos como es el día a día de esta pequeña tanto en el colegio como en su casa. La gente de su alrededor no entiende demasiado su forma de ser, el modo en el que actúa cuando alguien no cumple las normas o simplemente esa afición desmedida por los homónimos.

Aún así, algo inesperado ocurrirá que hará que esta chica, poco tolerante con los cambios, tenga que enfrentarse a sus miedos para recuperar aquello que más le importa.

La historia está narrada en primera persona por lo que siempre conocemos el punto de vista de Rose. Esto hace que tengamos una historia muy parcial porque, además de solo ver lo que ella ve, no podemos olvidar que Rose es autista y, por tanto, no prestará atención a los mismos detalles que nosotros.

Los homónimos tienen una parte muy importante en la historia, de hecho, creo que podría hacerse un poco tedioso para algunas personas (especialmente para aquellos que no entienden bien las motivaciones autistas). Pero, creo que, para los que sí tenemos interés en el funcionamiento de estas mentes (que no son mentes enfermas sino que son mentes que piensan de forma diferente) puede resultar de lo más interesante ver como Rose utiliza los homónimos y los números primos para calmarse o simplemente cuando intenta mantener una conversación no programada.

Cuando leía este libro no podía dejar de pensar en como sería realmente el libro original y el papel del traductor a la hora de escribirlo. Muchos de los homónimos son formas verbales por lo que no sé si el libro original contiene estos homónimos en castellano o la labor del traductor ha sido increíble. Por este motivo he incluido en la descripción el nombre del traductor porque pienso que merece ese reconocimiento.

El resto de personajes del libro también son bastante interesantes:

En primer lugar tenemos al padre: Es un hombre con un carácter difícil, en parte debido a su afición a la bebida. A pesar de que podemos ver cómo quiere a su hija, a veces la situación con ella le supera y no es capaz de ponerse en su lugar o ser comprensivo.

En segundo lugar tenemos al tío Weldon, es uno de los personajes más adorables del libro, siempre está disponible para escuchar a Rose o animarle en todos sus objetivos. De hecho, es muy interesante ver como ayuda a llevar la relación de Rose y su padre casi sin que se note. De algún modo es justo lo que Rose necesita porque puede entender perfectamente sus sentimientos y pensamientos.

Por último tenemos a Rain, esta perrita también tiene un papel muy importante pues es la mascota de Rose y con quien ella pasa casi todo su tiempo libre. Rain fue un regalo de su padre y desde que llegó a la vida de Rose la cambió por completo. Se complementan perfectamente y podríamos decir que Rain es la otra mitad de Rose. Tal vez por esto, en el libro conoceremos casi todo de ella, incluso cosas que para otros niños pasarían desapercibidos (como tener siete dedos blancos y el lugar exacto en el que está cada uno de ellos)

Al ser un libro narrado desde la perspectiva de una niña autista, el desarrollo de la historia es muy diferente al de un libro normal. Por ejemplo se darán bastante importancia a unos aspectos y otros pasarán completamente desapercibidos. Además, sobre todo al principio, me ha gustado el modo en que “spoilea” lo que va a pasar a continuación (a los niños autistas no suelen gustarles las sorpresas de modo que tienden a adelantarse a lo que va a pasar). Aunque, para evitar que sepamos de antemano el final, el libro trascurre de forma lineal y hace flashbacks con ese tipo de cosas.

En conclusión, si queréis saber más sobre el autismo y la forma de actuar de estos niños, os recomiendo que lo leáis. 
No hay mejor forma de llegar a una sociedad integradora que conociendo las diferencias entre unos y otros y valorando la diversidad como lo que es: algo que nos enriquece.

Mi puntuación es un: