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domingo, 5 de junio de 2022

Foto-reseña infantil: El castillo del Príncipe Remolino.

 

Título: El castillo del Príncipe Remolino
Ilustrador: Benjamin Bécue
Colección: Busca y encuentra
Editorial: Susaeta
Páginas: 18
Precio: 14.95

El campeón del desorden ha llegado a este castillo y no ha dejado nada en su sitio. Ahora, hay que colocar las cosas... ¡pero primero hay que encontrarlas! Busca en cada estancia y prueba... ¡a ver si eres capaz de encontrarlas todas!


El castillo del Príncipe Remolino es un libro ilustrado que forma parte de colección Busca y encuentra, o como dirían mis niños: un libro para jugar a "quién encuentra, quién encuentra".


Recibí este libro gracias a Masa crítica de Babelio y mi primera sorpresa fue el tamaño. Es un libro gigante y tiene las almenas de un castillo en la parte superior. Esto me ha parecido ideal porque, al ser un libro en el que hay que observar y buscar, el tamaño es importante (además, a los niños les encanta tumbarse alrededor para poder buscar con detalle y al ser grande de lo normal es más fácil poder verlo de forma conjunta)


A lo largo del libro veremos a los diferentes miembros de la familia real y a sus mascotas en las diferentes estancias de palacio: La habitación, la biblioteca, el salón, el garaje, el comedor real y el jardín. Sin embargo, no veremos un palacio al uso, todo está terriblemente desordenado y es imposible encontrar nada. Por eso, los personajes nos necesitarán para poder encontrar sus cosas. Destacaría que en las ilustraciones encontraremos a unos personajes muy divertidos teniendo una vida bastante normal y relajada.


Dentro del desorden hay una serie de objetos que los lectores tenemos que encontrar. Me ha gustado mucho la idea de que haya cuatro niveles de dificultad por lo que la búsqueda puede estar adaptada a la edad de los niños y niñas o bien ir ampliando a medida que veamos la historia una y otra vez. Sin embargo, no solo sirve para encontrar estos objetos, también hay una serie de mascotas que aparecen en todas las historias y podemos buscarlas. Además, siempre podemos jugar a que una persona describe un objeto y el resto tienen que encontrarlo.


Las ilustraciones me han encantado. Están repletas de detalles muy curiosos y cada vez que las miro encuentro algo diferente. ¿Mi favorita? Un mecánico que está arreglando un caballo.


Pedagógicamente estos libros son muy útiles y permiten desarrollar muchas habilidades diferentes. En primer lugar, trabajamos la vista: focalizar, buscar, discriminar características... Pero también podemos usar estas ilustraciones para trabajar otras aspectos como la imaginación: ¿qué está pasando? ¿qué ocurrió antes? ¿qué pasará después?... O bien aprovechar para trabajar otros contenidos como tamaños, colores, formas, nuevo vocabulario...


En definitiva, El castillo del Príncipe Remolino me ha encantado. Es de esos libros que los peques querrán ver una y otra vez y no pararán de jugar y de encontrar cosas nuevas. Estoy segura de que se va a convertir en uno de los imprescindibles en mi biblioteca.

2 comentarios:

  1. ¡Hoooola!

    Pero por favor que libro más mono, que ilustraciones más prciosas y coloridas *_*

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  2. Aunque sea para peques, a mi estos libros me encantan.

    Saludos

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